No tenía mucha idea de lo que me iba a encontrar y pensaba que sería una especie de El protegido con jóvenes... pero no.
Para empezar no me gustan las películas de cámara en mano, no me parece creíble que alguien esté grabando todo en situaciones tan apuradas y menos estar grabando las 24 horas como parece que es el caso.
Comencemos.
La película empieza presentándonos a Andrew (Dane DeHaan), que es un marginado social que vive en una casa con su madre enferma y su padre violento, con él porque a la mujer la quiere con locura.
Andrew tiene un primo llamado Matt (Alex Rusell), con el que va al instituto. Nos muestra como es su vida en el instituto y al volver a casa su primo le invita a una fiesta. Durante la fiesta descubre junto a su primo y un amigo de este llamado Steve (Michael B. Jordan), líder estudiantil, una cueva en la que hay algo muy extraño.
Esa cosa les da poderes y van descubriendo poco a poco cuáles son. Desde detener objetos, pasando por mover coches y volar. Y comienzan a usarlos en plan broma.
Se establece una relación especial de amistad y Andrew parece que mejora socialmente. Pero en otra fiesta tiene un percance de tipo sesssual y comienza a emparanoyarse.
Se siente superior a los demás y decide usar sus poderes para robar y conseguir dinero para la medicación de su madre. Pero todo sale mal. La película acaba con una persecución, en la que destrozan todo lo que pillan, de Andrew por parte de su primo que trata que cambie su violenta actitud. Esta parte me ha recordado, y mucho, a Akira.
La película acaba tontamente.
No me ha hecho mucha gracia, la verdad, es normalilla. No hay emoción y eso que podían haber dado mucho de sí las escenas finales.
La parte actoral no es mala.
El doblaje está muy bien.
Los efectos especiales son buenos, así como la fotografía y todo lo relacionado con la imagen.
Banda sonora no tiene, la música sale de distintas canciones. Como muestra esta:
NOTA 6,19198347 DE 10
Para alquilarla y verla una tarde en casa sirve, pero poco más.
