Invencible es una película estadounidense histórica dirigida por Angelina Jolie basada en el libro homónimo de Laura Hillenbrand.
Antes de nada os recomiendo escuchar este programa de La escóbula de la brújula sobre Mitos de la II Guerra Mundial. No sale nada relacionado con esta película, pero es interesante.
Si os soy sincero no tenía mucha ganas de verla. Fui al cine a ver otra, curiosamente de la misma productora, pero al ver que los 6 millones de personas (más o menos) que estaban delante de mí eran adolescentes y parecía que iban a ver la que yo quería ver me dije que no sería buena idea y la única que echaban a la misma hora era esta. No ha sido una mala elección.
Comienza la película en un bombardero. En su interior se encuentra Louis Zamperini (Jack O´Connell), nuestro protagonista, se produce una batalla aérea y el avión queda para el arrastre. Mientras todo esto sucede vemos la infancia del protagonista, como de pequeño era un malvado que cambió gracias a su hermano y a las carreras. Louis crece convertido en un atleta del copón, que va a las olimpiadas en Berlín y lo hace tan bien que se convierte en un héroe nacional.
Volvemos a la guerra y vemos como encargan al grupo de Louis una misión sin tener que pegar tiros, buscar a un grupo de náufragos, pero en vez de darles un avión nuevecito les dan el suyo mal arreglado y patapuf.
El avión cae al océano y solo quedan tres, no cuento nada que no se medio vea en el tráiler. Aparte de Louis sobreviven Phil (Domhnall Gleeson) y Fitzgerald (Garret Hedlund). Pasarán muchas calamidades, alguno no sobrevivirá, hasta que son rescatados por los nipones.
Otra cosilla que no tiene que ver con la película, pero que deberíais leer, si picáis aquí.
Los supervivientes pasarán un tiempo encerrados en una isla hasta que les envían a Japón. Allí Louis le entra por los ojos a Watanabe (Takamasa Ishihara), parece que le mola, osea que por como se comporta parece que quiere algo con el yanqui.
Pero Louis se le resiste y recibe más palos que una estera. Cierto día los nipones se enteran que es un atleta muy famoso al que en su país dan por muerto y deciden utilizarle propagandísticamente.
Nuestro héroe es un hombre con principios y les manda a la m..., por lo que le devuelven al campo de prisioneros y vuelve a ser maltratado. Todo parece que cambia cuando ascienden a Watanabe y le mandan a otro lado. Poco antes de acabar la guerra los prisioneros son trasladados a ese otro lado y Watanabe vuelve a demostrar su pasión por Louis. Hay una escena de una paliza que parece que esté haciendo el amor.
La guerra termina y, cuando todos están preparados para lo peor, aparecen los aviones useños y se salvan.
La película acaba con imágenes reales, contándonos qué les pasó y con un vídeo de Louis Zamperini ya anciano corriendo por las calles de Japón. Al hablar de Watanabe dicen algo que me reforzó en el argumento de que sentía algo por Zamperini, y es que años después fue el único que no quiso verse con su maltratado.
No es una mala película, pero es muy plana, nada emocionante. Ha habido otras muchas de esa época y de ese área que son algo mejores: «Feliz Navidad, Mr Lawrence», «El puente sobre el río Kwai», «El imperio del sol». Es más, desde que entra en escena Watanabe la primera de ellas no dejó de rondar por mi mente.
Los actores no lo hacen mal, pero hay algo que me llamó la atención, y es que ninguno de los soldados tiene pinta de soldado de película, eso es un punto a favor y uno en contra con lo que se queda como estaba.
Las escenas de acción están bien, pero como dije antes son planas, nada emocionantes.
De la música se encarga Alexandre Desplat y es una delicia.
Volvemos a la guerra y vemos como encargan al grupo de Louis una misión sin tener que pegar tiros, buscar a un grupo de náufragos, pero en vez de darles un avión nuevecito les dan el suyo mal arreglado y patapuf.
El avión cae al océano y solo quedan tres, no cuento nada que no se medio vea en el tráiler. Aparte de Louis sobreviven Phil (Domhnall Gleeson) y Fitzgerald (Garret Hedlund). Pasarán muchas calamidades, alguno no sobrevivirá, hasta que son rescatados por los nipones.
Otra cosilla que no tiene que ver con la película, pero que deberíais leer, si picáis aquí.
Los supervivientes pasarán un tiempo encerrados en una isla hasta que les envían a Japón. Allí Louis le entra por los ojos a Watanabe (Takamasa Ishihara), parece que le mola, osea que por como se comporta parece que quiere algo con el yanqui.
Pero Louis se le resiste y recibe más palos que una estera. Cierto día los nipones se enteran que es un atleta muy famoso al que en su país dan por muerto y deciden utilizarle propagandísticamente.
Nuestro héroe es un hombre con principios y les manda a la m..., por lo que le devuelven al campo de prisioneros y vuelve a ser maltratado. Todo parece que cambia cuando ascienden a Watanabe y le mandan a otro lado. Poco antes de acabar la guerra los prisioneros son trasladados a ese otro lado y Watanabe vuelve a demostrar su pasión por Louis. Hay una escena de una paliza que parece que esté haciendo el amor.
La guerra termina y, cuando todos están preparados para lo peor, aparecen los aviones useños y se salvan.
La película acaba con imágenes reales, contándonos qué les pasó y con un vídeo de Louis Zamperini ya anciano corriendo por las calles de Japón. Al hablar de Watanabe dicen algo que me reforzó en el argumento de que sentía algo por Zamperini, y es que años después fue el único que no quiso verse con su maltratado.
No es una mala película, pero es muy plana, nada emocionante. Ha habido otras muchas de esa época y de ese área que son algo mejores: «Feliz Navidad, Mr Lawrence», «El puente sobre el río Kwai», «El imperio del sol». Es más, desde que entra en escena Watanabe la primera de ellas no dejó de rondar por mi mente.
Los actores no lo hacen mal, pero hay algo que me llamó la atención, y es que ninguno de los soldados tiene pinta de soldado de película, eso es un punto a favor y uno en contra con lo que se queda como estaba.
Las escenas de acción están bien, pero como dije antes son planas, nada emocionantes.
De la música se encarga Alexandre Desplat y es una delicia.