Un individuo va conduciendo y se salta una señal de Stop
descaradamente, pero es observado por una pareja de la Guardia Civil que le da el
alto. Uno de los números se acerca a la ventanilla:
—Buenas tardes, caballero. Haga el favor de mostrarme su permiso de conducción.
—¿Y eso, por qué?
—¿Cómo que por qué? Usted no se ha parado a la altura de la señal de Stop.
—¿Y qué, passsa algo? Reduje la velocidad y, además, no venía nadie.
—La normas de circulación obligan a pararse, no a reducir la velocidad. Su documentación, por favor.
—¡No me jodas! A ver, ¿cuál es la diferencia? So listo.
—La diferencia es que debía haberse detenido completamente en vez de aminorar la marcha. Me entrega sus papeles, por favor.
—¡Y dale! Si usted es capaz de enseñarme la diferencia entre reducir y parar, le mostraré mis papeles.
—Muy bien, le haré una demostración. Haga el favor de apearse del vehículo.
El
individuo, intrigado, sale del vehículo al tiempo que el guardiacivil
saca la defensa y comienza a darle una somanta palos que le dejan
baldao. Entonces, el guardia civil le pregunta:
—DÍGAME, ¿DESEA USTED QUE PARE O QUE REDUZCA LA VELOCIDAD?