La presa es una película de suspense, realizada en coproducción entre los EE.UU., Inglaterra y Suiza, dirigida por Walter Hill.
No hay tráiler en español.
De pequeño, cerca de dónde vivía había un cine de barrio, el Babón. Normalmente ponía películas para mayores, del tipo Pajares y Esteso para arriba. Pero en verano y por Navidades ponía películas de todo tipo. Y en sesión doble; una de Bud Spencer y Terence Hill y una de acción, o de risas. Solía pasar por allí casi a diario y siempre tenía ganas de entrar a ver alguna, pero nunca tuve la ocasión... Hasta que vi el cartel de esta película. Me impresionó y conseguí que me dieran la propina suficiente para ir a verla y conseguí también que me acompañarán un par de amigos. La primera película que echaron fue «...y si no, nos enfadamos» y llegó la hora de esta, no era lo que yo había imaginado, fue la primera vez que me engañó un título y un cartel. Salimos contentos del cine, fue una aventura ir solos. El caso es que he estado intentando verla desde entonces porque no la recordaba, solo recordaba esto que os acabo de contar. Y me ha gustado.
Finalizaban los setenta y el señor Hill llegó a un acuerdo con la Fox, debían desarrollar dos historias que fuesen comerciales y cuya producción fuese barata. La primera de ellas fue «Alien, el octavo pasajero» y la segunda esta sobre la que os escribo. Hill tuvo que repetir una y mil veces que esta historia no tenía nada que ver con Vietnam, tan de moda por aquella época. Además debieron de llegar a un acuerdo con una compañía de bebidas espirituosas que tenían registrado «Southern comfort» (Confort sureño), el título en inglés, como eslogan.
La película nos sitúa en el año 1973 la Guardia Nacional está de maniobras por Luisiana. Conocemos al segundo pelotón, el grupo Bravo, está liderado por el sargento Poole (Peter Coyote) que tiene a su mando a Spencer (Keith Carradine), Reece (Fred Ward), Simms (Franklyn Seales), Cribs (T.K. Carter), Stuckey (Lewis Smith), Casper (Les Lannom), Bowden (Carlos Brown) y un chulito de Texas llamado Hardin (Powers Boothe). Es el típico grupo desordenado que está ahí para pasar el rato y disparar ametralladoras cargadas con balas de fogueo.
Al tratar de hacer su misión el grupo se encuentra que la zona se ha inundado por las lluvias. Así que deciden usar las canoas de unos tramperos para cruzar, pero al poco de partir aparecen los indígenas. Stuckey dispara hacia los tramperos, que no saben que los guardias usan balas de fogueo, y estos al tratar de defenderse matan al sargento. A partir de ese momento el resto del grupo se convierte en incómodos testigos.
Haciendo una búsqueda encuentran a un trampero manco (Brion James), que no tiene nada que ver con los otros, le acusan de ser uno de los asesinos y se le llevan prisionero. Pero el camino de vuelta no será nada placentero. Están perdidos en territorio cajún, no tienen planos ni saben a dónde ir y los tramperos que mataron al sargento no quieren que salgan de las ciénagas. Les atacan con perros, les ponen trampas, hacen que surja la paranoia entre ellos.
Menos dos, el resto va cayendo. Spencer y Hardin llegan a un pueblo cajún. Varias cosas hacen que uno de ellos desconfíe, los asesinos llegan al pueblo y...
Si queréis saber qué pasa, vedla.
Cuando se estrenó la publicitaron comparándola con Defensa, y no tienen nada que ver, la otra era un poco truñín y esta merece la pena ser vista. Esta podríamos compararla con otra del mismo director, Los amos de la noche.
El guión lo escribió el propio Hill con la ayuda de David Giler y Michael Kane.
Los actores lo hacen todos bastante bien. A destacar la inexpresividad de Powers Boothe, dan ganas de pegarle, y el parecido asombroso de Lewis Smith con James Franco.
La fotografía de Andrew Laszlo es fantástica.
El doblaje está muy bien. Solo un par de pegas, a los cajún los llaman cayún, supongo que por dejarlo como lo dicen en la peli, y la segunda es que en una de las peleas el cajún habla en francés (como es obvio), pero la frase más importante de esa escena la dice en inglés, Kill him, kill him (Mátale, mátale) y no la doblan, un pequeño fallo.
De la música se encarga Ry Cooder y lo hace muy bien.
Si os gustan las películas de acción y suspense dad una oportunidad a esta, no os defraudará.
De pequeño, cerca de dónde vivía había un cine de barrio, el Babón. Normalmente ponía películas para mayores, del tipo Pajares y Esteso para arriba. Pero en verano y por Navidades ponía películas de todo tipo. Y en sesión doble; una de Bud Spencer y Terence Hill y una de acción, o de risas. Solía pasar por allí casi a diario y siempre tenía ganas de entrar a ver alguna, pero nunca tuve la ocasión... Hasta que vi el cartel de esta película. Me impresionó y conseguí que me dieran la propina suficiente para ir a verla y conseguí también que me acompañarán un par de amigos. La primera película que echaron fue «...y si no, nos enfadamos» y llegó la hora de esta, no era lo que yo había imaginado, fue la primera vez que me engañó un título y un cartel. Salimos contentos del cine, fue una aventura ir solos. El caso es que he estado intentando verla desde entonces porque no la recordaba, solo recordaba esto que os acabo de contar. Y me ha gustado.
Finalizaban los setenta y el señor Hill llegó a un acuerdo con la Fox, debían desarrollar dos historias que fuesen comerciales y cuya producción fuese barata. La primera de ellas fue «Alien, el octavo pasajero» y la segunda esta sobre la que os escribo. Hill tuvo que repetir una y mil veces que esta historia no tenía nada que ver con Vietnam, tan de moda por aquella época. Además debieron de llegar a un acuerdo con una compañía de bebidas espirituosas que tenían registrado «Southern comfort» (Confort sureño), el título en inglés, como eslogan.
La película nos sitúa en el año 1973 la Guardia Nacional está de maniobras por Luisiana. Conocemos al segundo pelotón, el grupo Bravo, está liderado por el sargento Poole (Peter Coyote) que tiene a su mando a Spencer (Keith Carradine), Reece (Fred Ward), Simms (Franklyn Seales), Cribs (T.K. Carter), Stuckey (Lewis Smith), Casper (Les Lannom), Bowden (Carlos Brown) y un chulito de Texas llamado Hardin (Powers Boothe). Es el típico grupo desordenado que está ahí para pasar el rato y disparar ametralladoras cargadas con balas de fogueo.
Al tratar de hacer su misión el grupo se encuentra que la zona se ha inundado por las lluvias. Así que deciden usar las canoas de unos tramperos para cruzar, pero al poco de partir aparecen los indígenas. Stuckey dispara hacia los tramperos, que no saben que los guardias usan balas de fogueo, y estos al tratar de defenderse matan al sargento. A partir de ese momento el resto del grupo se convierte en incómodos testigos.
Haciendo una búsqueda encuentran a un trampero manco (Brion James), que no tiene nada que ver con los otros, le acusan de ser uno de los asesinos y se le llevan prisionero. Pero el camino de vuelta no será nada placentero. Están perdidos en territorio cajún, no tienen planos ni saben a dónde ir y los tramperos que mataron al sargento no quieren que salgan de las ciénagas. Les atacan con perros, les ponen trampas, hacen que surja la paranoia entre ellos.
Menos dos, el resto va cayendo. Spencer y Hardin llegan a un pueblo cajún. Varias cosas hacen que uno de ellos desconfíe, los asesinos llegan al pueblo y...
Si queréis saber qué pasa, vedla.
Cuando se estrenó la publicitaron comparándola con Defensa, y no tienen nada que ver, la otra era un poco truñín y esta merece la pena ser vista. Esta podríamos compararla con otra del mismo director, Los amos de la noche.
El guión lo escribió el propio Hill con la ayuda de David Giler y Michael Kane.
Los actores lo hacen todos bastante bien. A destacar la inexpresividad de Powers Boothe, dan ganas de pegarle, y el parecido asombroso de Lewis Smith con James Franco.
La fotografía de Andrew Laszlo es fantástica.
El doblaje está muy bien. Solo un par de pegas, a los cajún los llaman cayún, supongo que por dejarlo como lo dicen en la peli, y la segunda es que en una de las peleas el cajún habla en francés (como es obvio), pero la frase más importante de esa escena la dice en inglés, Kill him, kill him (Mátale, mátale) y no la doblan, un pequeño fallo.
De la música se encarga Ry Cooder y lo hace muy bien.
NOTA 7,5792121226 DE 10
Si os gustan las películas de acción y suspense dad una oportunidad a esta, no os defraudará.