Algo diabólico es una película estadounidense de arte y ensayo dirigida por Steven Spielberg.
No hay tráiler en español.
El segundo largo, para la televisión igual que el primero, del señor Spielberg está escrito por Robert Clouse y es una película de suspense pero de arte y ensayo.
Había leído sobre ella y me ha costado, y mucho, encontrarla. Es una película que ni en territorio useño ha salido en dvd o similares, creo que ni en VHS.
Comienza presentándonos a un granjero que escucha una siniestra voz que le dice «Es mi morada, es mi morada... mía, mía». El hombre corre asustado hacia un granero sube a la parte de arriba y... ya sabéis.
Acto seguido vemos a Soraya Saéz de Santamaria... ups, perdón no, a Marjorie Worden (Sandy Denis), a su marido Paul (Darren McGavin) a su hijo Steven (Johnny Whitaker) y a su hija. Ella es una artista medio jipi y él un creativo de una agencia de publicidad. Están pasando el día junto al granero del principio y ven que la casa a la que pertenece está en venta. Ella se encapricha de la casa y la compran y se van a vivir allí.
Gerhman (Jeff Corey)el hombre a quien han comprado la casa, y todo lo que la rodea, se ofrece a cuidárles las tierras. Cierta noche Marjorie escucha unos llantos provenientes del granero, pero al llegar a el cesan. La vida continúa. Ella se dedica a hacer medallas con pentalfas y Paul decide sacarse unos dineros usando su casa como lugar de rodaje de un anuncio.
Durante el rodaje se escuchan unos sonidos extraños en las grabaciones, pero Beth (Laurie Hagen), la actriz, coloca una medalla en el micro y se soluciona. Durante la fiesta posterior al rodaje, en la que Spielberg hace un cameo, Beth cuenta a Marjorie que estuvo saliendo con uno al que le gustaba todo lo relacionado con el esoterismo. Pasan los días, la familia va a una fiesta de vecinos y conocen a Harry Lincoln (Ralph Bellami), un editor de libros de cocina al que le interesan las cosas esotéricas. Les cuenta que tuvo un diablo en casa y eso llama la atención de Marjorie.
Pasan los días. Steven entra en el granero y sale cambiado. Paul ha de pasar muchos días fuera de casa por culpa del trabajo. Marjorie sigue escuchando llantos. Harry que trata de ayudarles se lleva una paliza. Paul revisando el anuncio descubre unos siniestros ojos en la ventana de su casa y decide volver echando leches. Nuestra protagonista trata de acabar con su vida, llevada por el demonio , pero aparece Gerhman, la salva y la dice que el demonio ha poseído a su hijo. Los dos corren a la casa y entran a la par que Paul, que acaba de llegar. Al abrir la habitación de los niños ven que Steven está levitando y tiene cara de malo, aunque la tenía igual cuando era bueno.
Marjorie coge a su hijo, se mete con él en un pentalfa que dibujó en el suelo, le dice que le quiere mucho y chaaas, se va el demonio. Más rápido que en Líbranos del mal. La familia Worden se va de la casa y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo bueno de esta película es que dura poco, 70 minutos, lo malo son tantas cosas que ya ni me acuerdo de ellas. No asusta, tiene situaciones tópicas y ridículas (no de risa). No es lo mejor de Spielberg.
Los actores no lo hacen mal.
El doblaje es bueno, desgraciadamente no hay ficha en la página que suelo usar.
De la música se encarga Wladimir Selinsky y es muy setentera, pero no pega ni con cola. No hay nada de esta película ni de ninguna otra así que esta entrada se queda sin vídeos.
Durante el rodaje se escuchan unos sonidos extraños en las grabaciones, pero Beth (Laurie Hagen), la actriz, coloca una medalla en el micro y se soluciona. Durante la fiesta posterior al rodaje, en la que Spielberg hace un cameo, Beth cuenta a Marjorie que estuvo saliendo con uno al que le gustaba todo lo relacionado con el esoterismo. Pasan los días, la familia va a una fiesta de vecinos y conocen a Harry Lincoln (Ralph Bellami), un editor de libros de cocina al que le interesan las cosas esotéricas. Les cuenta que tuvo un diablo en casa y eso llama la atención de Marjorie.
Pasan los días. Steven entra en el granero y sale cambiado. Paul ha de pasar muchos días fuera de casa por culpa del trabajo. Marjorie sigue escuchando llantos. Harry que trata de ayudarles se lleva una paliza. Paul revisando el anuncio descubre unos siniestros ojos en la ventana de su casa y decide volver echando leches. Nuestra protagonista trata de acabar con su vida, llevada por el demonio , pero aparece Gerhman, la salva y la dice que el demonio ha poseído a su hijo. Los dos corren a la casa y entran a la par que Paul, que acaba de llegar. Al abrir la habitación de los niños ven que Steven está levitando y tiene cara de malo, aunque la tenía igual cuando era bueno.
Marjorie coge a su hijo, se mete con él en un pentalfa que dibujó en el suelo, le dice que le quiere mucho y chaaas, se va el demonio. Más rápido que en Líbranos del mal. La familia Worden se va de la casa y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo bueno de esta película es que dura poco, 70 minutos, lo malo son tantas cosas que ya ni me acuerdo de ellas. No asusta, tiene situaciones tópicas y ridículas (no de risa). No es lo mejor de Spielberg.
Los actores no lo hacen mal.
El doblaje es bueno, desgraciadamente no hay ficha en la página que suelo usar.
De la música se encarga Wladimir Selinsky y es muy setentera, pero no pega ni con cola. No hay nada de esta película ni de ninguna otra así que esta entrada se queda sin vídeos.
NOTA 2,00290012 DE 10
Un truñín. La peor película de mi admirado Steven Spielberg, y con diferencia, no merece la pena ver ni en la tele. Años después volvió a intentarlo con otra casa encantada en Poltergeist, el resultado es 100.000 veces mejor que esta.