Le faltaba a Arnold una película navideña y en 1996 la hizo. El estreno vino acompañado de polémica ya que la Fox fue acusada de robar el guión, años más tarde fue condenada a pagar a Brian Webster (el que tuvo la idea) 19 millones, pero al final quedó en 1,5.
La historia se le ocurrió al señor Webster tras los jaleos que se montaron cuando salieron a la venta en distintas navidades las muñecas repollo, los power rangers o Buzz Lightyear.
La película tuvo buena aceptación recaudó más de 120 millones de dólares en todo el mundo, el presupuesto fue de unos 60.
Se lanzaron muñecos para promocionarla que ahora están caros, caros.
A la película.
Comienza mostrándonos un episodio de Turboman, una serie al estilo los power rangers, y como Jamie (Jake Lloyd) la mira absolutamente fascinado. Liz (Rita Wilson), su madre, le dice que se prepare para la función. El crío no quiere ir, pero su madre le dice que su padre irá. Aunque, como habréis supuesto Howard (Arnold), su padre, está muy ocupado trabajando y se lo pierde. Su única manera de congraciarse es con el muñeco de Turboman que su esposa le dijo tiempo atrás que comprara, pero que él no compró.
El día siguiente será una tortura para Howard, intentará comprar el dichoso muñeco, pero lleva agotado mucho tiempo. En la búsqueda conocerá a Myron (Sinbad), un cartero separado que tiene el mismo problema, su hijo quiere un Turboman, al que él llama en plan coña Toroman.
Pasará mil apuros, será timado por un grupo de papanoeles y elfos.
Llegará a lo más bajo cuando trata de robar el muñeco de su vecino Ted (Phil Hartman), su mjer e hijo irán con el libidinoso vecino al desfile navideño. Su frustración la pagará con un reno, esta es la tercera vez (creo) que atonta a un animal de un puñetazo.
Howard pensará que el mejor regalo para su hijo es él mismo e irá al desfile. Gracias a Dios formará parte del desfile disfrazado de Turboman, en el trascurso del mismo deberá regalar un muñeco del superhéroe.
Nuestro protagonista tratará de practicar el nepotismo dándoselo a su hijo, pero con lo que no contaba es con Myron, que disfrazado de Dementor, el malo de la serie, tratará de arrebatárselo.
Y, ya sabréis como acaba... Bien.
Los actores no lo hacen mal.
El doblaje es muy bueno.
De la banda sonora se encarga David Newman y está bastante bien.
Es la típica película familiar navideña. De las que echan en Telecinco o Antena tres en cualquier época del año. Este año han estrenado una segunda parte, sin Arnold, que solo veré si la dan por la tele y coincide que estoy viendo ese canal.
La película tuvo buena aceptación recaudó más de 120 millones de dólares en todo el mundo, el presupuesto fue de unos 60.
Se lanzaron muñecos para promocionarla que ahora están caros, caros.
A la película.
Comienza mostrándonos un episodio de Turboman, una serie al estilo los power rangers, y como Jamie (Jake Lloyd) la mira absolutamente fascinado. Liz (Rita Wilson), su madre, le dice que se prepare para la función. El crío no quiere ir, pero su madre le dice que su padre irá. Aunque, como habréis supuesto Howard (Arnold), su padre, está muy ocupado trabajando y se lo pierde. Su única manera de congraciarse es con el muñeco de Turboman que su esposa le dijo tiempo atrás que comprara, pero que él no compró.
El día siguiente será una tortura para Howard, intentará comprar el dichoso muñeco, pero lleva agotado mucho tiempo. En la búsqueda conocerá a Myron (Sinbad), un cartero separado que tiene el mismo problema, su hijo quiere un Turboman, al que él llama en plan coña Toroman.
Pasará mil apuros, será timado por un grupo de papanoeles y elfos.
Llegará a lo más bajo cuando trata de robar el muñeco de su vecino Ted (Phil Hartman), su mjer e hijo irán con el libidinoso vecino al desfile navideño. Su frustración la pagará con un reno, esta es la tercera vez (creo) que atonta a un animal de un puñetazo.
Howard pensará que el mejor regalo para su hijo es él mismo e irá al desfile. Gracias a Dios formará parte del desfile disfrazado de Turboman, en el trascurso del mismo deberá regalar un muñeco del superhéroe.
Nuestro protagonista tratará de practicar el nepotismo dándoselo a su hijo, pero con lo que no contaba es con Myron, que disfrazado de Dementor, el malo de la serie, tratará de arrebatárselo.
Y, ya sabréis como acaba... Bien.
Los actores no lo hacen mal.
El doblaje es muy bueno.
De la banda sonora se encarga David Newman y está bastante bien.
NOTA 6,84122641 DE 10
Es la típica película familiar navideña. De las que echan en Telecinco o Antena tres en cualquier época del año. Este año han estrenado una segunda parte, sin Arnold, que solo veré si la dan por la tele y coincide que estoy viendo ese canal.