Dentro del laberinto es una película anglouseña de aventuras dirigida por Jim Henson.
Colaborando en «Cristal oscuro» Henson y Froud hicieron buenas migas y comenzaron a hablar de hacer otra cosa juntos. Froud sugirió hacer algo con duendes (Por cierto, si os gusta ese tema picad aquí y echad un vistazo al libro de Carlos Canales y Jesús Callejo). Froud dibujó a un bebe rodeado de duendes y con eso y con que tradicionalmente, según él, los duendes roban bebés salió la base de la historia. El laberinto también fue sugerencia de Froud.
Decidieron que debería ser una película más familiar, con algo de comedia, que no fuese tan pesada como la anterior, así que se pusieron en contacto con Dennis Lee, un escritor de libros infantiles a quien encargaron que escribiese una novela que sirviese de base. A finales de 1983 ya estaba terminada la novela y Henson contactó con Terry Jones, de los Monty Python, para que escribiera el guión.
Se empezó a buscar a los actores. Para el papel protagonista se eligió a una chica de 14 años. El rey de los duendes iba a ser en un principio una marioneta, pero Henson decidió que fuese un cantante; Michael Jackson y Sting casi lo interpretan, el papel cayó, afortunadamente, en David Bowie aunque estuvo en un tris de no hacerlo ya que consideraba el guión falto de humor... Sí, el señor Jones pasó olímpicamente de las indicaciones que le dieron y realizó un guión serio, en el que se hablaba «del mundo, de como la gente está más interesada en manipular el mundo que en desnudarse a sí mismos»... Arte y ensayo. Así que retocaron la historia bastantes personas, desde George Lucas, al propio Henson que enviaba cada nueva versión al cantante para que diera su aprobación, cosa que hizo a un par de semanas de comenzar el rodaje. Bowie dijo que aceptó el papel porque «siempre había querido estar involucrado en la parte musical de una película para niños, y gentes de todas las edades.». 25 tratamientos se le dieron al guión antes de empezar a rodar.
En la versión de Jones, Jareth entra en casa de Sarah mediante engaños y le roba al hermano, no es ella la que desea que se lo lleven. Sarah descubre que no hay salida del laberinto y que Jareth lo usa para alejar a la gente de su corazón. En la confrontación final Jareth dice que preferiría tener una reina antes que un pequeño príncipe duende, ella le golpea y él se convierte en un duende insignificante.
El rodaje fue bastante complicado. Duró cinco meses. Trabajaron cientos de marionetistas. El traje de Ludo era muy pesado, tenía una cámara de vídeo en un cuerno y en su interior un televisor. Se necesitaron 120 camiones para transportar troncos, césped...
La película se estrenó y fue un rotundo fracaso en los EE. UU. , 25 millones de presupuesto y no consiguió ni trece, aunque, al igual que con «Cristal Oscuro» tuvo más fortuna en el resto del mundo y gracias a eso, y al mercado del vídeo y el DVD, se convirtió en una película de culto. Desde 1997 se realiza en Hollywood un baile de máscaras inspirado en cierta escena de la película. Este fracaso sumió en la tristeza a Henson.
El mismo escritor que novelizó Cristal oscuro, A. C. H. Smith, fue elegido para realizar lo mismo con esta, también se editó en España. Se hicieron tebeos de la película en aquella época, tiempo después un manga titulado Regreso al laberinto, y este año saldrá un cómic que versará sobre como Jareth llegó a ser rey.
A principios de este milenio Sony propuso hacer una continuación, pero no podía ya que Lucasfilms tenía parte de los derechos y se negaba, así que contrataron a Neil Gaiman para que escribiese una historia que se asemejase a esta. Le dejaron ver todo lo rodado y el escritor se quedó sorprendido al ver escenas que se descartaron y que según él eran muy buenas. La película que salió fue el truñín titulado Mirrormask. Ahora se está planeando una nueva versión de esta... Esperemos que se quede en plan.
Entremos en el laberinto...
Comienza la película con Sarah (la guapisimísima Jennifer Connelly) en un parque interpretando una escena de un libro. Mira el reloj y ve que llega tarde a casa. Al llegar la dejan de niñera de su hermano pequeño y ella se mosquea... Adolescentes.
La escena en la que se muestra su cuarto nos enseña todo lo que vamos a ver en la película si nos fijamos bien. Aparecen todos los personajes, aparecen libros de los que coge inspiración (Alicia en el país de las maravillas, El mago de Oz), aparece una foto de su madre con David Bowie...
El hermanito de Sarah no deja de llorar y ella desea que el rey de los goblins se le lleve. Primero dice la frase inadecuada: «Rey de los goblins, rey de los goblins si estás por aquí llévate a este niño bien lejos de mí» y después la correcta: «Ojalá vinieran los goblins y se te llevaran ahora mismo». Aparece entonces Jareth (David Bowie) y se lo lleva, ella se da cuenta del error y quiere recuperarle, el malvado rey la da trece horas para recuperarle. En ese tiempo deberá llegar a su castillo, en el centro del laberinto.
En el viaje hará amigos: Jaguel (Antonio Gómez de Vicente), un enano gruñón pero de buen corazón, Ludo (Pepe Mediavilla) un gigante bonachón y de buen corazón y Sir Dínimus (José Maria Angelat), un caballero torpe de buen corazón, y su perro Ambrosius. Sí, sé que Jaguel no se escribe así.
Jareth intentará por todos los medios que Sarah no llegue al castillo. Amenazará a Jaguel, tratará de borrar la memoria de la chica...
Y llega el final, en el que Jareth habla de una manera que me encanta:
Jareth ─ ... Pediste que me llevara al niño, y me lo llevé. Tú te agachaste ante mí y yo estuve aterrador. He cambiado el orden del tiempo, he vuelto el mundo del revés. Y todo lo he hecho por ti. Estoy agotado de vivir según lo que tú esperabas de mí. ¿No es eso generosidad?
...
Jareth ─ Te pido tan poco. Deja solo que te gobierne y podrás tener todo lo que tú quieras. Solo témeme, ámame, haz lo que te digo y yo seré tu esclavo.
Como habréis supuesto Sarah recobrará a su hermano y sus nuevos amigos se dejarán ver al pensar ella que todo fue un sueño.
Es un peliculón.
Los actores están bien.
Los efectos especiales, me refiero a las marionetas, están genial. Hay una escena en la que los efectos son algo cutres, la de los duendes que se desmontan.
El doblaje es muy bueno. Quizá el único fallo es que parece que no sepan que goblin es duende en español.
De la música se encarga Trevor Jones, de las canciones Bowie, y ambos realizaron un trabajo curiosillo.
Si no la habéis visto, hacedlo, y si están vuestros hijos o sobrinos o nietos con vosotros mejor que mejor.
A principios de este milenio Sony propuso hacer una continuación, pero no podía ya que Lucasfilms tenía parte de los derechos y se negaba, así que contrataron a Neil Gaiman para que escribiese una historia que se asemejase a esta. Le dejaron ver todo lo rodado y el escritor se quedó sorprendido al ver escenas que se descartaron y que según él eran muy buenas. La película que salió fue el truñín titulado Mirrormask. Ahora se está planeando una nueva versión de esta... Esperemos que se quede en plan.
Entremos en el laberinto...
Comienza la película con Sarah (la guapisimísima Jennifer Connelly) en un parque interpretando una escena de un libro. Mira el reloj y ve que llega tarde a casa. Al llegar la dejan de niñera de su hermano pequeño y ella se mosquea... Adolescentes.
La escena en la que se muestra su cuarto nos enseña todo lo que vamos a ver en la película si nos fijamos bien. Aparecen todos los personajes, aparecen libros de los que coge inspiración (Alicia en el país de las maravillas, El mago de Oz), aparece una foto de su madre con David Bowie...
El hermanito de Sarah no deja de llorar y ella desea que el rey de los goblins se le lleve. Primero dice la frase inadecuada: «Rey de los goblins, rey de los goblins si estás por aquí llévate a este niño bien lejos de mí» y después la correcta: «Ojalá vinieran los goblins y se te llevaran ahora mismo». Aparece entonces Jareth (David Bowie) y se lo lleva, ella se da cuenta del error y quiere recuperarle, el malvado rey la da trece horas para recuperarle. En ese tiempo deberá llegar a su castillo, en el centro del laberinto.
En el viaje hará amigos: Jaguel (Antonio Gómez de Vicente), un enano gruñón pero de buen corazón, Ludo (Pepe Mediavilla) un gigante bonachón y de buen corazón y Sir Dínimus (José Maria Angelat), un caballero torpe de buen corazón, y su perro Ambrosius. Sí, sé que Jaguel no se escribe así.
Jareth intentará por todos los medios que Sarah no llegue al castillo. Amenazará a Jaguel, tratará de borrar la memoria de la chica...
Y llega el final, en el que Jareth habla de una manera que me encanta:
Jareth ─ ... Pediste que me llevara al niño, y me lo llevé. Tú te agachaste ante mí y yo estuve aterrador. He cambiado el orden del tiempo, he vuelto el mundo del revés. Y todo lo he hecho por ti. Estoy agotado de vivir según lo que tú esperabas de mí. ¿No es eso generosidad?
...
Jareth ─ Te pido tan poco. Deja solo que te gobierne y podrás tener todo lo que tú quieras. Solo témeme, ámame, haz lo que te digo y yo seré tu esclavo.
Como habréis supuesto Sarah recobrará a su hermano y sus nuevos amigos se dejarán ver al pensar ella que todo fue un sueño.
Es un peliculón.
Los actores están bien.
Los efectos especiales, me refiero a las marionetas, están genial. Hay una escena en la que los efectos son algo cutres, la de los duendes que se desmontan.
El doblaje es muy bueno. Quizá el único fallo es que parece que no sepan que goblin es duende en español.
De la música se encarga Trevor Jones, de las canciones Bowie, y ambos realizaron un trabajo curiosillo.
NOTA 8,99900333 DE 10
Si no la habéis visto, hacedlo, y si están vuestros hijos o sobrinos o nietos con vosotros mejor que mejor.