Dice un refrán español que de bien nacidos es ser agradecidos y si por algo se han caracterizado los EE.UU. con respecto a España desde su creación es por una ingratitud enorme.
Tanta que les ha llevado más de 200 años cumplir una promesa. Durante todo este tiempo han sido los máximos propagadores de la racista, xenófoba e hispanófoba leyenda negra antiespañola. Silenciaron todo lo que deben a nuestro país y contribuyeron a la caída del mismo.
Bien es cierto que en estos momentos se están empezando a contar cosas sobre su pasado español...
Cosas que aquí en España son y serán desconocidas debido al odio exacerbado de la izquierda hacia nuestro país y a la cobardía de la derecha.
Una de las personas que contribuyó a la independencia de los EE. UU. , el controvertido conde de Aranda, ya escribió sobre lo que sucedería.
«España... España... va a quedar sola, mano a mano, en aquel continente, con una potencia que ya invoca el sagrado nombre de América, que duplica, cada veinticinco años sus habitantes... Las colonias (de Inglaterra) quedarán independientes y en estado formal que todos reconocerán; no habrá más vecinos que ellas y España; ellas a pie firme, y nosotros al contrario. Cuidado, Excelentísimo, con el seno mejicano y el célebre puerto de Panzacola tocando con la Luisiana, y el canal de Bahama con su Costa-Firme en poder de otros, y la hermosa y templada provincia de la Florida, la primera que se poblará con referencia a las otras.
Esta república federal nació pigmea por decirlo así, y ha necesitado del apoyo y fuerzas de dos Estados tan poderosos como España y Francia para conseguir la independencia. Llegará el día en que crezca y se torne gigante y aún coloso temible en aquellas regiones. Entonces olvidará los beneficios que ha recibido de las dos potencias, sólo pensará en su engrandecimiento. La libertad de conciencia, la facilidad de establecer una nueva población en terrenos inmensos, así como las ventajas de un gobierno naciente, les atraerá agricultores y artesanos de todas las naciones; y dentro de pocos años veremos con verdadero dolor la existencia tiránica de este coloso de que estoy hablando.
El primer paso de esta potencia, cuando haya logrado el engrandecimiento, será el apoderarse de las Floridas, a fin de dominar el Golfo de Méjico. Después... aspirará a la conquista de este vasto imperio (Nueva España), que no podremos defender contra una potencia formidable, establecida en el mismo continente y vecina suya. Estos temores son fundados, Señor. [...] Justifica este modo de pensar lo que ha acontecido en todos los siglos y en todas las naciones que han empezado a engrandecerse. Doquiera el hombre es el mismo, la diferencia de los climas no cambió la naturaleza de nuestros sentimientos, y el que encuentra ocasión de adquirir poder y elevarse no lo desperdicia jamas...»
Este texto lo he encontrado leyendo el libro «No siempre lo peor es cierto» de Carmen Iglesias.
Alguna cosilla más sobre España y el territorio useño:
Una historia olvidada.
El burro del presidente Washington era de Zamora.
Juan Miralles Trayllón, el español que murió en la casa de Washington.
Fray Junípero Sierra.
Conmemoración batalla.
La herencia española en los escudos de los EE. UU.
El primer día de acción de gracias.
España contra los comanches.
Resiste Tucson.
Cuando los esclavos negros useños querían ser españoles.
Una de las personas que contribuyó a la independencia de los EE. UU. , el controvertido conde de Aranda, ya escribió sobre lo que sucedería.
«España... España... va a quedar sola, mano a mano, en aquel continente, con una potencia que ya invoca el sagrado nombre de América, que duplica, cada veinticinco años sus habitantes... Las colonias (de Inglaterra) quedarán independientes y en estado formal que todos reconocerán; no habrá más vecinos que ellas y España; ellas a pie firme, y nosotros al contrario. Cuidado, Excelentísimo, con el seno mejicano y el célebre puerto de Panzacola tocando con la Luisiana, y el canal de Bahama con su Costa-Firme en poder de otros, y la hermosa y templada provincia de la Florida, la primera que se poblará con referencia a las otras.
Esta república federal nació pigmea por decirlo así, y ha necesitado del apoyo y fuerzas de dos Estados tan poderosos como España y Francia para conseguir la independencia. Llegará el día en que crezca y se torne gigante y aún coloso temible en aquellas regiones. Entonces olvidará los beneficios que ha recibido de las dos potencias, sólo pensará en su engrandecimiento. La libertad de conciencia, la facilidad de establecer una nueva población en terrenos inmensos, así como las ventajas de un gobierno naciente, les atraerá agricultores y artesanos de todas las naciones; y dentro de pocos años veremos con verdadero dolor la existencia tiránica de este coloso de que estoy hablando.
El primer paso de esta potencia, cuando haya logrado el engrandecimiento, será el apoderarse de las Floridas, a fin de dominar el Golfo de Méjico. Después... aspirará a la conquista de este vasto imperio (Nueva España), que no podremos defender contra una potencia formidable, establecida en el mismo continente y vecina suya. Estos temores son fundados, Señor. [...] Justifica este modo de pensar lo que ha acontecido en todos los siglos y en todas las naciones que han empezado a engrandecerse. Doquiera el hombre es el mismo, la diferencia de los climas no cambió la naturaleza de nuestros sentimientos, y el que encuentra ocasión de adquirir poder y elevarse no lo desperdicia jamas...»
Este texto lo he encontrado leyendo el libro «No siempre lo peor es cierto» de Carmen Iglesias.
Alguna cosilla más sobre España y el territorio useño:
Una historia olvidada.
El burro del presidente Washington era de Zamora.
Juan Miralles Trayllón, el español que murió en la casa de Washington.
Fray Junípero Sierra.
Conmemoración batalla.
La herencia española en los escudos de los EE. UU.
El primer día de acción de gracias.
España contra los comanches.
Resiste Tucson.
Cuando los esclavos negros useños querían ser españoles.