Ben (Robert de Niro) es un jubilado, viudo, que se lleva bien con su familia, pero que siente que le falta algo. Cierto día encuentra en un poste un anuncio en el que una empresa busca becarios senior, para conseguir el puesto deben mandar un vídeo. Como habréis supuesto Ben consigue el puesto. La empresa la dirige Jules (Anne Hathaway), una chica que ha conseguido llevarla a lo más alto en tan solo nueva meses. Es una chica eficiente, se preocupa por todo... No quiere ser la típica jefa, aunque tenga chófer y cochazo.
Ben consigue hacerse con el cariño de todos los empleados, y se convierte en ejemplo para el resto de becarios: Jason (Adam Devine), Davis (Zack Pearlman), etc.
Cierto día Ben ve como el chófer de su jefa se pega varios lingotazos y le dice que no la lleve, que se encarga él. Y así es como Ben entra en la vida de su jefa. Al principio ella quiere largarle, pero poco a poco el jubilado se convierte en alguien muy valioso para ella.
Jules tiene que elegir a alguien para que le ayude en su trabajo obligada por sus inversores, además tiene problemas de cuernos. Ben consigue que vea que ella es muy valiosa y que no necesita a nadie para ayudarla ya que lo está haciendo muy bien.
Y colorín, colorado esta historia se ha acabado.
De la banda sonora se encarga Theodore Shapiro y es muy buena.
NOTA 5,0021009 DE 10
Algo me llamó la atención: hay cierto momento en que todos acaban la jornada laboral y se marchan, Jules sigue en su despacho y Ben en su mesa, otro de los becarios se está yendo y le dice que cómo es que no se va y Ben le dice que como se va a ir si la jefa aún sigue en su puesto. Me llamó la atención porque siempre se dice que los españoles somos muy presencialistas en el trabajo, suele ser verdad, pero parece ser que no somos los únicos.
Estamos ante una comedia simplona, aunque Tarantino la haya considerado una de las mejores películas de 2015. La típica comedia que ponen los fines de semana en cualquier canal de televisión. No es siquiera como el plural de esta: Los becarios. Tiene momentos simpáticos, sí, pero nada reseñable.