─Y a partir de ahora, para acabar con los machirulos catolicones de la derecha heteropatriarcal, se deberá decir perritas calientes.
─¿Estás segura Irene, no te suena algo mal?
─Sí, casi mejor salchochos, ¿no? ¡Qué lista soy! Se lo diré a mi chico.
─¡Ujum!