Esta es, para mí, la tercera mejor película de Carpenter e informalmente es la tercera parte de la «trilogía del apocalipsis» de John Carpenter.
El guión se escribió a finales de los ochenta y se le ofrecieron a Carpenter que pasó de dirigirla, años después firmó con New Line y se decidió a hacerla. La película es un homenaje a Lovecraft y, en cierto modo, a Stephen King.
Su presupuesto fue de 8 millones de dólares y en los EE.UU. recaudó cerca de nueve. En la escena del ataque de los dóberman algunos especialistas sufrieron mordiscos y tuvieron que ir a urgencias. Sam Neill sufrió un corte en la escena en la que le meten en la celda. La iglesia que aparece en la película no es una maqueta, es real, es la Iglesia de la transfiguración de Maknam, Ontario.
La película comienza con John Trent (Sam Neill) entrando a la fuerza en un manicomio. Un psiquiatra le cuenta cómo ha llegado a esa situación y él se lo cuenta. Tiempo atrás era un autónomo que trabajaba destapando los engaños que ciertos clientes querían hacer a sus aseguradoras. Cierto día es atacado mientras desayuna por un hombre con un hacha.
Harglow (Charlton Heston), el director de una importante editorial, le contrata para que averigüe el paradero de su mejor escritor, Sutter Cane (Jürgen Prochnow). Trent piensa que es una trampa de la editorial para hacerse publicidad y acepta el caso. Como condición le ponen que vaya con Linda Styles (Julie Carmen), la editora de Cane.
Trent piensa que Cane está en Hobb´s end, pueblo en el que el escritor sitúa todas sus historias (por cierto, picando aquí tenéis las mías). El viaje parece que va a acabar siendo infructuoso, hasta que... Aparecen en el pueblo. Linda alucina con todo lo que ve, ya que todo es clavado a lo que Cane relata en los libros, Trent piensa que es un timo, una especie de parque temático de la obra de Cane.
El escritor le cuenta a nuestro protagonista que es el protagonista de su última obra. «Pienso, luego existes», llega a decirle. Y que gracias a esa última obra hará salir a unos demonios de su dimensión, pero para que eso suceda Trent debe llevar el manuscrito al editor. Una vez fuera de Hobb´s end el manuscrito conseguirá que la gente enloquezca y esos demonios salgan más rápido.
Y hasta aquí puedo leer.
Los actores lo hacen todos muy bien, en especial Prochnow.
El doblaje es fabuloso.
De la banda sonora se encarga, como no, el propio director ayudado esta vez por Jim Lang. El tema principal, que es el que os dejo, es muy guitarrero.
NOTA 10 DE 10
Un peliculón. Si queréis pasar un buen rato vedla, aunque aviso que no es una película de sustos.