Buried (Enterrado) es una coproducción hispano-franco-useña de intriga dirigida por Rodrigo Cortés.
Os seré sincero, no me llamaba mucho la atención esta película (como otras que he comentado) y me ha acabado gustando (como otras que he comentado).
Es un poco patético que siendo una película española tenga el título en inglés, ya sé que el guionista (Chris Sparling) es useño pero que menos que al haber coproducido la película nos hubiesen hecho el favor de dejar el título en español. Diréis que en el cartel está pero en pequeñín... pues debería ser al revés. Además que en IMDB solo venga el título en inglés debe ser por algo.
Pero bueno, vamos a la película.
Empieza así:
Durante unos minutos, que se hacen eternos, no se ve ni es escucha nada. Hasta que Paul Conroy (Ryan Reynolds), el protagonista, se despierta y se da cuenta de la situación en la que se encuentra.
Paul es un camionero que se encuentra en Irak para ganarse la vida.
Hay que ver cuanto juego ha dado esa guerra, sin embargo la de Afganistan (guerra de la izquierda) está siendo silenciada, o al menos no se hacen películas sobre ella.
El caso es que el convoy en el que iba sufrió una emboscada de los talibanes y a él le metieron en un ataúd y le cubrieron de tierra.
Paul da con un mechero y lo enciende, para aquellos que hayamos visto aquel episodio del CSI dirigido por Tarantino esa es una mala idea porque la combustión consume oxigeno, el susto que se lleva es de espanto (a mí personalmente me habría dado un infarto en ese mismo momento).
Trata de calmarse y escucha el sonido de un móvil, durante toda la película nos daremos cuenta que bajo la arena del desierto hay más cobertura que en algunos pueblos de España (aunque en momentos puntuales nos quieran hacer creer que la ha perdido para darle emoción a la cosa).
Paul es un tío listo porque se sabe todos los números de teléfono de memoria, menos el que le dieron para casos de emergencia y el del FBI. Habla con su empresa, trata de localizar a su esposa. El FBI le pone en contacto con un encargado de seguridad. A todas esas personas simplemente las escuchamos, porque la película es algo más de hora y media de Ryan Reinolds.
Quien le enterró se pone en contacto con él en uno de los ratos que el protagonista tiene el teléfono libre, ya que si no está hablando con la empresa está hablando con el FBI o discutiendo con la suegra o la cuñada(creo), y le empieza a soltar la típica monserga antiestadounidense. Después descubrirá que quien le ha enterrado no son terroristas sino secuestradores, gente que quiere sacar dinero.
Seguro que el protagonista no vio Kill Bill porque si lo hubiese hecho se habría escapado igual que Uma Thurman.
No quiero destripar el final, así que...
La película está bien. Puede parecer una tontería estar viendo a una persona durante tanto tiempo pero mantiene increíblemente la tensión.
La interpretación de Ryan es creíble, además según he leído por ahí el pobre tiene claustrofobia y lo debió pasar mal rodando.
El doblaje es muy bueno.
La música de Víctor Reyes está muy bien.
Pero bueno, vamos a la película.
Empieza así:
Paul es un camionero que se encuentra en Irak para ganarse la vida.
Hay que ver cuanto juego ha dado esa guerra, sin embargo la de Afganistan (guerra de la izquierda) está siendo silenciada, o al menos no se hacen películas sobre ella.
El caso es que el convoy en el que iba sufrió una emboscada de los talibanes y a él le metieron en un ataúd y le cubrieron de tierra.
Paul da con un mechero y lo enciende, para aquellos que hayamos visto aquel episodio del CSI dirigido por Tarantino esa es una mala idea porque la combustión consume oxigeno, el susto que se lleva es de espanto (a mí personalmente me habría dado un infarto en ese mismo momento).
Trata de calmarse y escucha el sonido de un móvil, durante toda la película nos daremos cuenta que bajo la arena del desierto hay más cobertura que en algunos pueblos de España (aunque en momentos puntuales nos quieran hacer creer que la ha perdido para darle emoción a la cosa).
Paul es un tío listo porque se sabe todos los números de teléfono de memoria, menos el que le dieron para casos de emergencia y el del FBI. Habla con su empresa, trata de localizar a su esposa. El FBI le pone en contacto con un encargado de seguridad. A todas esas personas simplemente las escuchamos, porque la película es algo más de hora y media de Ryan Reinolds.
No quiero destripar el final, así que...
La película está bien. Puede parecer una tontería estar viendo a una persona durante tanto tiempo pero mantiene increíblemente la tensión.
La interpretación de Ryan es creíble, además según he leído por ahí el pobre tiene claustrofobia y lo debió pasar mal rodando.
El doblaje es muy bueno.
La música de Víctor Reyes está muy bien.
NOTA 7,2121361219 DE 10
Como coproductor forzoso estoy contento con la película. No es una mala opción a no ser que padezcáis de claustrofobia, bueno quizá es exagerado decir esto. :)