Truman es un drama hispano argentino dirigido por Cesc Gay.
Esta semana ha sido mala cinematográficamente hablando para mi sobrino de tres años que vive en La Coruña y para mí. Para él porque fue al cine por primera vez, le llevaron los del cole, y su primera visión en pantalla grande fueron unos cortos iraníes... Y para mí porque he visto Truman.
Un par de cosas engañan en esta película. Para empezar el título, poner el nombre del perro a esta película es igual de lógico que si hubiesen puesto Bobba Fett a El retorno del jedi. El perro sale poco, poquito más que Bobba en esa otra película.
Un par de cosas engañan en esta película. Para empezar el título, poner el nombre del perro a esta película es igual de lógico que si hubiesen puesto Bobba Fett a El retorno del jedi. El perro sale poco, poquito más que Bobba en esa otra película.
La otra cosa que engaña es el tráiler, promete una especie de comedia entre amiguetes, un estilo a películas tipo Intocable y... nones, es un drama. Un mal drama.
Prometen un perro y este no sale más que unos minutines y encima no es del tipo Supermán:
Ni tipo Juch:
Ni tipo Lassie:
Ni tipo Frank:
Ni tipo Pipín:
Ni siquiera tipo Pancho, película de la que casualmente había un cartel en la sala.
Truman es un perro majete, sí, pero no hace nada en los aproximadamente cinco minutos que sale.
La película comienza mostrándonos la cantidad de dinero público que se ha llevado, o sea todas las empresas públicas que han puesto dinero en la misma, desde el Ministerio de Cultura a TVE, etc. Luego pasan cosas como esta.
Acto seguido aparecemos en Canadá. Tomás (Javier Cámara) se despide de su mujer y coge un avión para pasar cuatro días en España. Al poco de instalarse en el Hotel se acerca a la casa de Julián (Ricardo Darín), actor amigo suyo que tiene cáncer y no quiere realizar tratamiento.
Julián tiene un perro llamado Truman (Troilo) al que quiere como un a un hijo y está buscándole alguien para dejarlo cuando él muera. Conoceremos también a Paula (Dolores Fonzi), prima del actor que está muy preocupada por él. A lo largo de 108 minutos, que a mí me parecieron tres horas, iremos viendo como Julián es un caradura que sablea a su amigo y hace lo que quiere con él, ya que Tomás paga todo.
La película parece que no acaba y lo peor no es eso, lo peor es que vemos a Javier Cámara follando, con perdón, y eso le baja el mojo a cualquiera.
Lo único bueno es que en la sala los dos más jóvenes eramos María, quien me acompañaba y eligió la película, y yo, y... oye, eso es una alegría.
En Truman las únicas risas que escuché fueron cuando la película ya estaba mediada y sonaban como las típicas risas forzadas, risas de por cumplir, las risas de «me río por no llorar», como en El irlandés.
De los actores el que mejor lo hace es Darín, le sigue Fonzi. La parte española no lo hace nada bien, el que hace de veterinario es malo, malo.
De la música se encarga Nico Cota y es lo mejor de la película.
NOTA 2,8400812 DE 10
La película comienza mostrándonos la cantidad de dinero público que se ha llevado, o sea todas las empresas públicas que han puesto dinero en la misma, desde el Ministerio de Cultura a TVE, etc. Luego pasan cosas como esta.
Acto seguido aparecemos en Canadá. Tomás (Javier Cámara) se despide de su mujer y coge un avión para pasar cuatro días en España. Al poco de instalarse en el Hotel se acerca a la casa de Julián (Ricardo Darín), actor amigo suyo que tiene cáncer y no quiere realizar tratamiento.
Julián tiene un perro llamado Truman (Troilo) al que quiere como un a un hijo y está buscándole alguien para dejarlo cuando él muera. Conoceremos también a Paula (Dolores Fonzi), prima del actor que está muy preocupada por él. A lo largo de 108 minutos, que a mí me parecieron tres horas, iremos viendo como Julián es un caradura que sablea a su amigo y hace lo que quiere con él, ya que Tomás paga todo.
La película parece que no acaba y lo peor no es eso, lo peor es que vemos a Javier Cámara follando, con perdón, y eso le baja el mojo a cualquiera.
Lo único bueno es que en la sala los dos más jóvenes eramos María, quien me acompañaba y eligió la película, y yo, y... oye, eso es una alegría.
En Truman las únicas risas que escuché fueron cuando la película ya estaba mediada y sonaban como las típicas risas forzadas, risas de por cumplir, las risas de «me río por no llorar», como en El irlandés.
De los actores el que mejor lo hace es Darín, le sigue Fonzi. La parte española no lo hace nada bien, el que hace de veterinario es malo, malo.
De la música se encarga Nico Cota y es lo mejor de la película.
NOTA 2,8400812 DE 10
Como productor forzoso estoy apesadumbrado. No la recomiendo por nada del mundo, es un truñazo, más mala que la quina.
Y no: el perro no habla.