El exterminador es una película useña de suspense dirigida por Brad Peyton.
En el tráiler que habéis visto está lo mejor. La película tenía previsto su estreno en 2013, pero se estrenó en 2016, después de verla me imagino los motivos de la tardanza. Contó con un presupuesto de cinco millones de dólares y ha recaudado 6 a nivel mundial.
La película comienza con una madre (Carice Van Houten) y su hijo (David Mazouz), el niño es poseído por un súcubo a la que llaman Maggie. Luego nos presentan al doctor Ember (Aaron Eckhart), que es un exorcista que lo hace de una manera muy especial, se mete en la cabeza del poseído. No tiene nada que ver con la Iglesia Católica, la película tiene los toquecitos anti católicos habituales, libera al poseído de una manera «científica».
El vaticano manda a una representante (Catalina Sandino) a pedir ayuda a Ember ya que no pueden expulsar a la demonia. Ember en un principio no quiere hacer favores a la malvada Iglesia, pero al enterarse que es el súcubo que le dejó inválido y mató a su familia acepta el caso.
El súcubo le hace la vida imposible y patatín y patatán. Y al final, como no, la película quedará con un final abiertísimo.
Es un truño. Han ido metiendo cosas para que parezca que hay algo. Han metido un poco de películas como La gran huída, lo de meterse en la mente, Linea mortal, para poder meterse debe estar casi muerto y de Fallen, la manera en que se mueve el demonios. Además de típicos tópicos, todo ello mezclado de muy mala manera. Lo bueno es que la película no llega a la hora y media.
Los actores no lo hacen mal en general. El que menos me ha gustado es el niño poseído.
El doblaje es normalillo. Lo peor, la voz del niño poseído, canta muchísimo, y la del hijo del protagonista, ídem de ídem.
De la música se encarga Andrew Lockington. Lo mejor de la película.
No perdáis el tiempo con ella ni aunque la echen en la tele un finde por la tarde. Repito, es un tru-ño.
El vaticano manda a una representante (Catalina Sandino) a pedir ayuda a Ember ya que no pueden expulsar a la demonia. Ember en un principio no quiere hacer favores a la malvada Iglesia, pero al enterarse que es el súcubo que le dejó inválido y mató a su familia acepta el caso.
El súcubo le hace la vida imposible y patatín y patatán. Y al final, como no, la película quedará con un final abiertísimo.
Es un truño. Han ido metiendo cosas para que parezca que hay algo. Han metido un poco de películas como La gran huída, lo de meterse en la mente, Linea mortal, para poder meterse debe estar casi muerto y de Fallen, la manera en que se mueve el demonios. Además de típicos tópicos, todo ello mezclado de muy mala manera. Lo bueno es que la película no llega a la hora y media.
Los actores no lo hacen mal en general. El que menos me ha gustado es el niño poseído.
El doblaje es normalillo. Lo peor, la voz del niño poseído, canta muchísimo, y la del hijo del protagonista, ídem de ídem.
De la música se encarga Andrew Lockington. Lo mejor de la película.
NOTA 2,39860012 DE 10
No perdáis el tiempo con ella ni aunque la echen en la tele un finde por la tarde. Repito, es un tru-ño.