Déjame salir es una película useña de suspense escrita y dirigida por Jordan Peele.
Lo primero de todo, el título. Ya sabéis lo que pienso sobre la titulación de las películas, y si no, picad aquí. El original de esta película era un «sotacaballogallo», más fácil de traducir imposible, pero...
La primera vez que vi el tráiler me dije: Pintaza. Tras estrenarse en los EE. UU. y leer las críticas las ganas de verla crecieron. Y al fin la he visto.
Al parecer tres fueron las inspiraciones del escritor y guionista: La noche de los muertos vivientes (1968), Las mujeres de Stepford (1975) y un monólogo de Eddie Murphy, de echo Murphy fue la primera persona en que pensó, pero descartó por ser ya un poquitín viejo. Se rodó en 29 días con un presupuesto escaso para una película yanqui, 4,5 millones de dólares, y ha recaudado 250 a nivel mundial.
O sea, que lo ha petado y el bueno de Peele, hispanohablantes no pongáis una L de más en el apellido, va a poder hacer lo que le venga en gana a partir de ahora. Ya era famoso como actor, pero ahora al ver que es un buen director supongo que se le rifarán... No he dicho nada.
La película comienza en una noche tranquila, un chaval camina por la calle y chaaas. Le secuestran.
Después conocemos a Chris (Daniel Kaluuya), un joven fotógrafo negro y a Rose (Allison Williams), su novia blanca. Van a conocer a la familia de ella, pero tanto Chris como su amigo Rod (LiRel Howery), aunque éste más, son un tanto racistas y lo ven raro.
Llegan al caserón y conocen a los padres de ella. Missy (Catherine Keener), psicóloga y Dean (Bradley Whitford) cirujano. Son pijiprogres que votan a Obama, él le habría votado una tercera vez si se hubiese podido. Tienen dos criados negros: Georgina (Betty Gabriel) y Walter (Marcus Henderson).
Conoceremos después a Jeremy (Caleb Landry) el hermano de Rose, el típico pijillo que estudia para ser cirujano como su padre. Durante la noche Chris sale a dar un paseo y al volver a casa Missy le hipnotiza para quitarle el feo vicio de fumar.
Al día siguiente hay una reunión familiar en la que suceden cosas extrañas y...
No sé si será porque he visto mucho cine, pero tras ver el tráiler ya sabía más o menos por dónde iba a ir la cosa.
Es una buena película. Si esperáis una película de miedo no la encontraréis, no hay sustos, sí algún momento de suspense. Los malos son unos racistas que piensan que los negros son mejores y por eso los usan para hacer lo que hacen.
El doblaje es realmente bueno.
Los actores lo hacen muy bien todos.
La banda sonora de Michael Abels es buena. Acompaña muy bien todo el metraje.
Puede que me esperara más, quería sustos y no los tenía, pero compensa con el resto. Vedla para pasar un buen rato.
La primera vez que vi el tráiler me dije: Pintaza. Tras estrenarse en los EE. UU. y leer las críticas las ganas de verla crecieron. Y al fin la he visto.
Al parecer tres fueron las inspiraciones del escritor y guionista: La noche de los muertos vivientes (1968), Las mujeres de Stepford (1975) y un monólogo de Eddie Murphy, de echo Murphy fue la primera persona en que pensó, pero descartó por ser ya un poquitín viejo. Se rodó en 29 días con un presupuesto escaso para una película yanqui, 4,5 millones de dólares, y ha recaudado 250 a nivel mundial.
O sea, que lo ha petado y el bueno de Peele, hispanohablantes no pongáis una L de más en el apellido, va a poder hacer lo que le venga en gana a partir de ahora. Ya era famoso como actor, pero ahora al ver que es un buen director supongo que se le rifarán... No he dicho nada.
La película comienza en una noche tranquila, un chaval camina por la calle y chaaas. Le secuestran.
Después conocemos a Chris (Daniel Kaluuya), un joven fotógrafo negro y a Rose (Allison Williams), su novia blanca. Van a conocer a la familia de ella, pero tanto Chris como su amigo Rod (LiRel Howery), aunque éste más, son un tanto racistas y lo ven raro.
Llegan al caserón y conocen a los padres de ella. Missy (Catherine Keener), psicóloga y Dean (Bradley Whitford) cirujano. Son pijiprogres que votan a Obama, él le habría votado una tercera vez si se hubiese podido. Tienen dos criados negros: Georgina (Betty Gabriel) y Walter (Marcus Henderson).
Conoceremos después a Jeremy (Caleb Landry) el hermano de Rose, el típico pijillo que estudia para ser cirujano como su padre. Durante la noche Chris sale a dar un paseo y al volver a casa Missy le hipnotiza para quitarle el feo vicio de fumar.
Al día siguiente hay una reunión familiar en la que suceden cosas extrañas y...
No sé si será porque he visto mucho cine, pero tras ver el tráiler ya sabía más o menos por dónde iba a ir la cosa.
Es una buena película. Si esperáis una película de miedo no la encontraréis, no hay sustos, sí algún momento de suspense. Los malos son unos racistas que piensan que los negros son mejores y por eso los usan para hacer lo que hacen.
El doblaje es realmente bueno.
Los actores lo hacen muy bien todos.
La banda sonora de Michael Abels es buena. Acompaña muy bien todo el metraje.
NOTA 7,21045986 DE 10
Puede que me esperara más, quería sustos y no los tenía, pero compensa con el resto. Vedla para pasar un buen rato.