Juan de los muertos es una comedia hispanocubana dirigida por Alejandro Brugués.
Había oído hablar de esta película y tenía ganas de verla, pero no la estrenaban (aunque según su ficha se estrenó el 13 de enero de este año), así que me he hecho con ella de la misma manera que con esta otra. Prometería ir a verla cuando la estrenen, pero si ya lo han hecho... Cuando salga el DVD la alquilaré.
Comienza la película mostrándonos a nuestro héroe de nombre Juan (Alexis Díaz de Villegas) que está disfrutando del mar en una balsa, aparece su amigo Lázaro (Jorge Molina)... y entonces caí en cuenta de una cosa: Juan de los muertos... Don Quijote de la Mancha... Y ahí estaban: Juan Quijote y Lázaro Panza.
Regresan a La Habana y nos enteramos que son una pareja de vividores. Juan es el líder, por así decirlo, y Lázaro su buen amigo (casi al final hay una broma muy buena con respecto a eso). Viven en un ático desde el que controlan toda la zona. Lázaro tiene un hijo al que le llama California (Andros Perugorría), porque tiene aspecto useño y espera que le saque de la miseria, y Juan una hija llamada Camila (Andrea Duro) que vive en España pero ha ido a pasar un tiempo con su abuela.
Una noche mientras están reunidos los habitantes del edificio, conocemos a los otros compinches de Juan: La china (Jazz Vilá), un homosexual ladronzuelo, y El primo (Eliecer Ramírez), el típico cachas que se desmaya al ver sangre. Entonces sucede un ataque zombi. Las autoridades cubanas lo achacan a un ataque de disidentes apoyados por los Estados Unidos. La situación va a peor, Juan va a ver si su hija está bien y se encuentra con un grupo de muertos vivientes. Camila está bien, lógicamente.
Lázaro, convencido por una vecina buenorra, trata de fugarse en la balsa de Juan pero este le convence de que no huya. Al mirar al fondo ven esto.
A nuestro héroe se le ha ocurrido una idea, acabar con los familiares difuntos vivientes a cambio de una comisión. A su hija no le hace gracia la idea y le dice que lo haga sin cobrar. La engaña y hace las limpiezas cobrando.
Pasado un mes el gobierno cubano continua su ola de desinformación diciendo que la cosa está remitiendo, y que hay menos disidentes. El negocio ya no funciona, es lógico, hay tanto muerto. Juan y Lázaro se conforman con ver salir y ponerse el sol.
Pasan muchas cosas, muere gente del grupo y Juan decide que lo mejor es salir de la isla. Preparan un coche como si fuera una balsa y se disponen a marchar. Pero en el último momento Juan se despide de su hija y amigos y dice que él se queda.
Una horda de muertos se dirige a él y... comienzan los créditos finales echos con dibujos en los que, a ritmo del My way de los Pistols, se le ve acabando con los muertos, como su hija y amigos vuelven y con una imagen de quien manda a esos muertos, el dictador Fidel Castro
Es una película simplona, entretenida, que contiene los fallos y las tonterías típicas de las películas de este estilo, pero que aún así se ven con agrado. Los que elegimos ver algo sabemos, más o menos, qué vamos a encontrarnos.
Los actores lo hacen bien, menos el Primo que supongo que no sea actor profesional y la española que hace de Camila.
He visto películas de bastantes países de Hispano América y se les entiende rápido, pero a los cubanos se les tarda en coger a veces. Espero que no se ofendan, no lo digo de mal.
Los efectos especiales y de maquillaje están bien.
La banda sonora compuesta por Julio de la Rosa es curiosilla.
NOTA 6,19891216 DE 10
Como productor forzoso no estoy descontento con la película. Pero ojalá no tuviera que producir tantas películas.
Caray, esta es mi entrada número 100 de cine.