El secreto de Joey es una película de arte y ensayo alemana dirigida por Roland Emmerich.
No hay tráiler en español.
Un pequeño apunte para los que protestan con eso de que aquí en España se cambian los títulos de las películas: El título original (el alemán) fue Joey, el anglo fue Making contact.
Creo que alguna que otra vez he dicho que soy un ochenteño, me encanta esa década, será porque crecí en ella. Diréis y en la de los 90 y en la de los 00, pronúnciese cerocero, y en esta que estamos y tendréis toda la razón pero la de los ochenta es especial. De esa época guardo pocos recuerdos la verdad y todos ellos relacionados con el cine... Gracias señor Spielberg gracias señor Goldsmith, gracias señor Lucas, gracias señor Williams y gracias a todos los demás a los que no nombro no por menosprecio sino porque sería una bastante larga.
Creo que alguna que otra vez he dicho que soy un ochenteño, me encanta esa década, será porque crecí en ella. Diréis y en la de los 90 y en la de los 00, pronúnciese cerocero, y en esta que estamos y tendréis toda la razón pero la de los ochenta es especial. De esa época guardo pocos recuerdos la verdad y todos ellos relacionados con el cine... Gracias señor Spielberg gracias señor Goldsmith, gracias señor Lucas, gracias señor Williams y gracias a todos los demás a los que no nombro no por menosprecio sino porque sería una bastante larga.
Esta película sobre la que os estoy escribiendo es una de las muchas que tenía guardada en la memoria, recordaba haberla visto pero no cómo era, y creo que es porque no me debió gustar entonces.
El señor Emmerich debía ser ochenteño ya en aquella época y además admirador de las películas de Spielberg y Lucas y quiso homenajearlas a todas en esta porque no hay un solo segundo en el metraje de esta película en el que no veamos alguna similitud con alguna película de ese par de dos. Veremos a Darth Vader, un AT AT Walker en movimiento, e incluso una mala copia de E.T. con un cuerno en lugar de nariz. Recordaremos E.T., Poltergeist, Ojos de fuego...
Quizá si hubiese hecho la mezcolanza con algo de tacto y buen gusto hubiera salido una buena película, pero es...
Bueno, me estoy enrollando, es que es muy tarde y estoy cansado.
A la película.
Comienza en un funeral, el de el padre de Joey (Joshua Morrell). El niño recibe el aliento de amigos y familiares. Después le vemos en su cuarto, hablando con una foto de él con su padre cuando de repente... tachaan comienzan a moverse todas las cosas de su cuarto. Los muñecos cobran vida, él ni se inmuta, pero pasado un tiempo se cansa y dice que se paren y se paran, peeeero comienza a sonar un teléfono de juguete. Joey lo coge y quien está al otro lado, aunque no le escuchamos, es... Su padre. Su madre (Eva Kryll) observa preocupada como su hijo habla con su difunto esposo.
Algo raro pasa en toda la ciudad ya que todos los teléfonos suenan al mismo tiempo que el de Joey, cada vez que suene ese teléfono a lo largo de la película veremos los mismos planos repetidos.
Nos enteramos también que Joey tiene poderes telequinéticos, gracias a los cuales logra ligarse a Shally (Tammy Shields), la chica guapa de clase. En clase hay un grupito de chicos que gastan bromas a Joey con su padre muerto y eso no gusta al profesor que les riñe.
Joey da un paseo por una casa abandonada junto a la suya con su perro y su robot Charlie y se encuentran un muñeco de ventrílocuo llamado Fletcher que el chaval lleva a su casa. Pero el muñeco es más malo que la quina.
El muñeco trata de dañar a la familia y la madre decide marcharse, aunque no sabe que es cosa del queco. El caso es que aparece el profesor, que quiere ligársela, y los sucesos paranormales se multiplican y... el señor Emmerich decide «homenajear» a E.T. y Poltergeist a la vez. Viene un equipo especial con parapsicólogos, gentes del gobierno, etc.
Para vengar que Joey les estropeara unos tanques teledirigidos, el grupo de chicos del colegio decide ir a darle una paliza y consiguen saltarse un control policial del copón y... ¡Qué cantidad de cosas sin sentido suceden!
El caso es que Joey da un buen susto a todos y los críos se van a sus casas. ¿Todos? No, un grupito decide ir a la casa de Fletcher, el muñeco, con Fletcher, el muñeco, que han robado de casa de Joey. Y continúan los sinsentidos. Cada niño ve en esa casa algo que le asusta, sale Darth Vader. Joey y Shally van a salvarles, pero hay un gigantesco laberinto ¡! en la casa y les cuesta. Finalmente dan con una habitación en la que está Fletcher y en la que vive el fantasma de su dueño, que es bueno, cautivo por el malvado muñeco.
Esta película gafó a todos los críos protagonistas ya que ninguno volvió a protagonizar otra. Como se rodó en Alemania, en la buena, en la del oeste, los productores usaron a los hijos de una base militar useña para dar más autenticidad.
La película es un truñazo absurdo. En un principio tenía pensado haber puesto a esta película en el género del suspense, pero no porque teóricamente lo sea sino porque me pasé la hora y media larga de la película preguntándome ¿y esto a que viene?, ¿qué pasará ahora?
Los actores no lo hacen mal del todo.
Los efectos especiales están realmente bien.
El doblaje es muy bueno.
En lo referente a la banda sonora un pequeño detalle, hay dos compositores y dos bandas sonoras. Hubert Bartholomae compuso la música que se escuchó en Europa, normalilla a base de sintetizadores, y Paul Gilreath hizo lo propio con la versión para los Estados Unidos. Os pongo la versión useña, que le da cien mil vueltas a la otra.
Nos enteramos también que Joey tiene poderes telequinéticos, gracias a los cuales logra ligarse a Shally (Tammy Shields), la chica guapa de clase. En clase hay un grupito de chicos que gastan bromas a Joey con su padre muerto y eso no gusta al profesor que les riñe.
Joey da un paseo por una casa abandonada junto a la suya con su perro y su robot Charlie y se encuentran un muñeco de ventrílocuo llamado Fletcher que el chaval lleva a su casa. Pero el muñeco es más malo que la quina.
El muñeco trata de dañar a la familia y la madre decide marcharse, aunque no sabe que es cosa del queco. El caso es que aparece el profesor, que quiere ligársela, y los sucesos paranormales se multiplican y... el señor Emmerich decide «homenajear» a E.T. y Poltergeist a la vez. Viene un equipo especial con parapsicólogos, gentes del gobierno, etc.
Para vengar que Joey les estropeara unos tanques teledirigidos, el grupo de chicos del colegio decide ir a darle una paliza y consiguen saltarse un control policial del copón y... ¡Qué cantidad de cosas sin sentido suceden!
El caso es que Joey da un buen susto a todos y los críos se van a sus casas. ¿Todos? No, un grupito decide ir a la casa de Fletcher, el muñeco, con Fletcher, el muñeco, que han robado de casa de Joey. Y continúan los sinsentidos. Cada niño ve en esa casa algo que le asusta, sale Darth Vader. Joey y Shally van a salvarles, pero hay un gigantesco laberinto ¡! en la casa y les cuesta. Finalmente dan con una habitación en la que está Fletcher y en la que vive el fantasma de su dueño, que es bueno, cautivo por el malvado muñeco.
Esta película gafó a todos los críos protagonistas ya que ninguno volvió a protagonizar otra. Como se rodó en Alemania, en la buena, en la del oeste, los productores usaron a los hijos de una base militar useña para dar más autenticidad.
La película es un truñazo absurdo. En un principio tenía pensado haber puesto a esta película en el género del suspense, pero no porque teóricamente lo sea sino porque me pasé la hora y media larga de la película preguntándome ¿y esto a que viene?, ¿qué pasará ahora?
Los actores no lo hacen mal del todo.
Los efectos especiales están realmente bien.
El doblaje es muy bueno.
En lo referente a la banda sonora un pequeño detalle, hay dos compositores y dos bandas sonoras. Hubert Bartholomae compuso la música que se escuchó en Europa, normalilla a base de sintetizadores, y Paul Gilreath hizo lo propio con la versión para los Estados Unidos. Os pongo la versión useña, que le da cien mil vueltas a la otra.
NOTA 3,009218175 DE 10
En fín, que no me ha gustado. Pero seguro que si se la ponéis a críos de no más de seis años les gustará.