Infierno blanco es una película useña difícil de clasificar, porque no sé si decir que es de aventuras simplemente o de aventuras de un modo filosófico, dirigida por Joe Carnahan.
Afirmo sin lugar a dudas que lo mejor de la película es Liam Neeson pero es que creo que al igual que Los descendientes la hicieron para lucimiento de Clooney ésta la han hecho para que se luciese el actor que la interpretase, en este caso Neeson que fue la segunda opción.
Empieza con un monólogo del prota, no del estilo El club de la comedia, sino uno que me estaba quitando las ganas de seguir viéndola.
Espera, espera... enseguida pasará algo, me dije. Y algo pasó, se montan en el avión y el avión se la da. No os fastidió nada de la trama con esto. Sobreviven unos pocos pero tienen la mala suerte de que el avión se ha estrellado en el quinto pino y que ese pino, y todo lo que le rodea, pertenece a una manada de lobos. Pasada la primera noche los supervivientes deciden dejar el avión e ir al bosque porque suponen van a estar más seguros de los ataques.
Pero, como supondréis, no es así. Llegan al bosque al caer la noche y tras una charla existencialista y sobre el más allá se forma una bronca entre ellos y aparece el líder de la manada de lobos.
Pero, como supondréis, no es así. Llegan al bosque al caer la noche y tras una charla existencialista y sobre el más allá se forma una bronca entre ellos y aparece el líder de la manada de lobos.
Por unos segundos pensé que habían cogido imágenes de Gmork y las habían puesto por si colaban pero fijándome bien me di cuenta que no, estaba hecho por ordenador y se notaba mucho.
Los humanos van cayendo uno a uno, la verdad es que alguno muere sin que los animales le toquen.
Al final Liam Neeson siente falta de fe y reta a Dios, como el socialista Mussolini que le retaba a fulminarle con un rayo en un plazo de cinco minutos, solo que Liam le pide que haga algo para creer en Él.
Acabo.
La película es lenta desde el principio, los personajes son los tópicos y las situaciones las tópicas. Me esperaba una peli de aventuras, de miedo, de lo que fuera pero me he encontrado con algo muy plano. No sientes emoción en casi ningún momento. Iba a decir que es como la de Los lobos no lloran pero ni eso porque al menos con esta última sabes lo que vas a ver.
Al terminar los créditos finales hay un plano de dos o tres segundos con la respiración de un lobo como dando a entender que está muriendo. ¿Por qué?
Los lobos, hechos por ordenador, salen poquito y dan mucho el cante. Al contrario que las escenas de ventiscas que, según cuentan ellos, se rodaron en días con mal clima.
A destacar las localizaciones, rodada en Canadá cuando se ven paisajes son realmente hermosos.
El doblaje está muy bien.
En los Estados Unidos mucha gente va a verla porque ha roto la corrección política al usar lo que ellos llaman finamente la «r-word» osea que un personaje llama a otro retrasado, cosa prohibida en estos momentos por la progresía.
Marc Streitenfeld ha compuesto una banda sonora muy bonita.
NOTA 5,039484 DE 10
Esta película para ver en casa no está mal, pero ir a verla al cine sería tontería por esto.